Con tristeza y dolor, los familiares de Lui Yesenia Morales Aquino (33), recuerdan un año de su muerte en manos de su pareja que hasta la fecha no pudo ser ubicado por la Policía. Tu diario buscó a la señora Nelmina Aquino Simón, quien pese al tiempo transcurrido recuerda como si fuese ayer cuando su hija desapareció y luego de dos días fue encontrada muerta en el río Huallaga.
“No voy a cansarme de pedir justicia para mi hija, mi familia sufre por lo que pasó, pero a las autoridades (fiscal y policía) no les importa y el asesino camina libre por las narices de los policías”, dijo entre lágrimas. Respecto a la investigación, indicó que pese que ha transcurrido un año, el fiscal recién visualizó tres de los ocho vídeos que recopilaron como parte de las diligencias preliminares.
“Hasta la fecha no hay resultado del levantamiento del secreto de las comunicaciones y a veces quiero dejar en la voluntad de Dios, pero no quiero darme por vencida y pese al peligro que corremos espero que el responsable sea capturado y sancionado con todo el peso de la ley”, dijo la desconsolada madre de familia que hace un año perdió a su única hija mujer en manos de un despiadado que la enamoró e ilusionó para luego asesinarla y arrojar su cuerpo al río Huallaga.
Por su parte, su hermano Nilton Morales, dijo que el fiscal a cargo del caso pareciera que no quisiera investigar sobre los hechos, porque cada vez que acude a su despacho recibe justificaciones. “Ya aparecerá, es la respuesta que el fiscal me da cada vez que voy a su despacho para preguntar del por qué no capturan al principal sospechoso de la muerte de mi hermana”, declaró.
La investigación para esclarecer la desaparición y muerte de la enfermera está cargo del fiscal Rodrigo Mallqui Sebastián de la Quinta Fiscalía Penal Corporativa de Huánuco, quien al ser consultado sobre el caso dijo que el sospechoso está con orden de detención preliminar desde el año pasado, pero la policía no lo captura.
HECHOS. La noche del 25 de octubre del 2022, Lui Yesenia desapareció tras salir de la oficina de administración de la Universidad Privada de Huánuco, ubicado en la cuadra 8 del jirón Hermilio Valdizán, donde laboraba como asistente. Una de las cámaras de seguridad de la universidad captó a la enfermera caminando tranquila por el jirón Constitución hasta llegar al jirón Bolívar y lo que pasó después es un misterio que hasta la fecha no ha sido esclarecida por la policía y fiscalía.
Dos días después, su cuerpo sin vida fue encontrado en el río Huallaga a la altura de Limonpampa, jurisdicción del distrito de Amarilis. El resultado de la necropsia determinó que la joven natural del distrito de Santa María del Valle fue asesinada a golpes y el principal sospechoso es su pareja identificado como Rolando Sacramento Ramírez (34), quien a la fecha es un prófugo de la justicia.
